Water
footprint, o Huella Hídrica. Escuchamos hablar de ello cada vez con más
frecuencia pero, ¿de que se trata precisamente?.
Es la pista que permite medir el
impacto de los procesos de producción sobre los recursos hídricos (renovables
sí, pero cada vez más escasos sobre todo en determinadas zonas del mundo). La huella hídrica permite definir posibles daños y adoptar soluciones para reducir lo más posible
el impacto negativo sobre el medio ambiente.
La
Huella Hídrica es ahora objeto de la nueva norma ISO-14046, publicada el pasado
01 d Agosto, “ISO
14046: 2014 Gestión ambiental – Huella hídrica – Principios, requisitos y
directrices”, a
los pocos días de la celebración de la “World Water Week” en Estocolmo que
finalizó el día 05 de Septiembre y organizada por el Stockholm International Water Institute.
El
objetivo de esta norma es estandarizar las herramientas para la medición
de la huella ya que hasta el momento, cada país había adoptado diferentes
métodos y herramientas, con el resultado de una proliferación de numerosas
herramientas de medición y generando así bastante confusión. Un ejemplo de
esto, nos lo proporciona un estudio llevado a cabo por la Universidad de Padua,
en Italia, donde se midió la huella hídrica de una bote de Mermelada “bio” de
Fresa, según uno de los referenciales de medición era de 240 litros de agua
equivalente, y con cambiar el referencial de medición, el mismo producto daba
como resultado 88 litros de agua equivalente, de ahí la necesidad de un
Estándar Internacional para proporcional claridad, credibilidad y garantías
tanto a los consumidores como a las empresas.
Los dos
principios fundamentales de la ISO-14046 son el análisis del impacto sobre el ciclo de vida completo del producto ("de cuna a tumba") y la exhaustividad del
evaluación, teniendo en cuenta por ejemplo no solamente la cantidad de agua
requerida para producir si no también la contaminación de la misma derivada de
la actividad de la empresa.
Conocer
la huella hídrica de un proceso empresarial es una ventaja tanto para el
consumidor como para las empresas, ventaja que se traduce en eficiencia en los
procesos productivos, ahorro de los recursos hídricos y la posibilidad de abrir
nuevos nichos de mercado atrayendo a los consumidores más sensibles con el
cuidado del Medioambiente.
En
algunos países, Francia por ejemplo, ya están en vigor leyes que obligan a que
las etiquetas de los productos informen sobre la huella hídrica y la huella de
CO2.
¿Quieres
saber cuanta agua necesitas para fabricar tu producto?, ¿Te gustaría
encontrar herramientas eficaces para reducir esa necesidad?. El resultado será
el significativo ahorro del consumo del agua, un mayor cuidado del
Medioambiente y por último pero no menos importante, aumentarás la
competitividad de tu empresa cara al mercado europeo y mundial.
Te
asesoramos sin compromiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por añadir un comentario. Este blog es para mantener el contacto con vosotros más allá de nuestras actividades de formación o consultoría, así que tus aportaciones nos enriquecen siempre.